Considero, que ésta es una situación preocupante ya que las cifras no son parciales ni el daño tampoco, ambos son permanentes, tomaría años volver a recuperar todos los km2 de bosque perdido, sin embargo no es una misión imposible, existen varias posibles soluciones a tomar en cuenta. Las personas que se ven directamente beneficiadas con ésta destrucción ambiental son las que están en pro de la tala, aunque sean un porcentaje sumamente pequeño, generalmente son personas con poder y la mayoría gana dinero a partir de esta deforestación, por más que se ha intentado todavía no se ha logrado detener estas tristes situaciones. La WWF, Greenpeace, entre otras organizaciones, han estado haciendo todo lo posible por acabar con esta sobreexplotación de recursos maderables en las cuencas del Congo y el Amazonas.
Además pienso, al igual que la mayoría de personas al tanto de éste ambiente, que la situación en la que se encuentran estas dos cuencas es bastante preocupante, las situaciones con el Amazonas y el Congo no pueden seguir de esta manera. La ayuda no solo debería de venir de organizaciones en pro de los recursos naturales a nivel tanto local como internacional, la ayuda en sí debería de venir de todos (as) las personas, el planeta al fin y al cabo es de todos y solo hay uno, al cual tenemos que cuidar y preservar. ¿Qué pasaría si estas cuencas llegaran a desaparecer?, todas las cantidades de Oxígeno producidas anualmente en estas cuencas son de vital importancia, sin ellas simplemente la tierra se convertiría en un hábitat mucho más hostil para el asentamiento humano, además, muchas especies de flora y fauna simplemente llegarían a su completa extinción en estas zonas. La situación es preocupante, es momento de plantear soluciones.
Juan Diego Araya
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